10 de junio de 2011

CUENTOS ORIENTALES: EL ARROZ DEL SAMURÁI

Un día, estaba un samurái Takeda comiendo un cuenco de arroz, sentado en el umbral de una casa cualquiera. No había ningún alimento en toda Okinawa más barato que el arroz. Dicho de otra manera, comer arroz significaba que no se pasaba por un buen momento económico. Pasó un samurái de la corte personal del emperador y le dijo:


-"!Ay, Takeda-San! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular un poco más al emperador, no tendrías que comer tanto arroz".


Takeda dejó de comer, levantó la vista, y mirando al acaudalado samurái intensamente, contestó:


- "Ay de ti, hermano bushi. Si aprendieras a comer un poco de arroz, no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador".